El Arte como Inversión. 7 consejos antes de comprar Arte
Antes se compraban obras de arte de manera aislada y esa inversión no aseguraba proyecciones y resultados. Hoy por hoy se reconocen los beneficios al hacerlo de manera planeada.
Con los años, formar un patrimonio o legado cultural ofrece grandes satisfacciones. Cabe mencionar que, en las más recientes crisis económicas, inversionistas y coleccionistas en todo el mundo, han comprobado que la compra de arte, además del valor estético y emocional que representa, ayuda a diversificar el riesgo en portafolios de inversión y por lo tanto se convierte en un activo sólido que repercute en excelentes rendimientos, especialmente cuando se compra informado y con asesoría de un experto.
Para empezar a conocer el mercado del arte es necesario saber que se conforma de dos tipos:
Mercado primario del arte
En este mercado, las obras de arte contemporáneo se adquieren en primera instancia a través de galerías o directamente del artista. En él encontramos obras de creadores emergentes y de mediana trayectoria curricular, donde generalmente la inversión es menor, pero poseen mayor especulación y riesgo.
Mercado secundario del arte
En donde las obras de arte son revendidas a través de un asesor, casa de subasta o directamente de un coleccionista. En este mercado encontramos obras de artistas con prestigio y reconocimiento internacional, donde la inversión es mayor y también su demanda, pero menor el riesgo y la especulación.
El mercado del arte es un universo complejo. Para instruirse en este mundo, hay que comprar de manera informada y consciente. De esta forma será más fácil, seguro y la inversión en arte no correrá riesgo.
Siete consejos para empezar a invertir en arte
Con el fin de promover e impulsar la compra de arte y formación de colecciones, ARTVIA se ha dado a la tarea de sugerir las siguientes recomendaciones:
1. Definir lo que es del agrado
Hay que comprar sólo lo que atrae y gusta. El factor primordial del arte es su disfrute; no se debe de adquirir una pieza si emocionalmente no deja nada, aunque conlleve un potencial de inversión en arte. Hay que comprar sólo lo que amemos ver todos los días.
2. Determinar un giro o eje
Si el interés es empezar una colección (por ejemplo, un periodo histórico, una década en específico, por corriente, tema, artistas de su país, etc.), el arte presenta un universo de posibilidades que abarca siglos y no se puede ser experto en todo. Con una asesoría será más fácil y la colección podrá adquirir un carácter definido y consolidado.
3. Destinar un presupuesto o porcentaje del capital de la cartera
Recordemos que el arte es un activo refugio diversificador de riesgo. Si el presupuesto lo permite, se puede elegir un mayor porcentaje de artistas que ya cuenten con un prestigio curricular a nivel internacional, tomando en cuenta que será mayor la inversión en arte, pero mucho menor su especulación y riesgo.
Ante los ojos de críticos y coleccionistas, estas obras de arte estarán respaldando las obras de artistas de carrera joven dentro del mercado primario que se hayan considerado dentro de la colección, donde el riesgo y especulación es mayor.
4. Investigar sobre la trayectoria y reconocimiento internacional de la galería
En las pinturas y esculturas de artistas que se elijan adquirir dentro del mercado primario, es primordial investigar sobre las galerías que los están representando. También las galerías tienen su grado de importancia y reconocimiento según las ferias y bienales en las cuales participan año con año, así como en los museos que han expuesto sus artistas, su difusión y las catalogaciones dadas a los mismos.
5. Conocer la ubicación del artista en el mercado
Tener el conocimiento del nivel de precios de las obras de un artista y el comportamiento que su mercado ha merecido a lo largo del tiempo, sin olvidar el crecimiento de valor y la oferta y demanda que tienen sus obras.
6. Considerar sólo obras de arte que representan el trabajo icónico del artista
Estas obras siempre serán las de mayor demanda y plusvalía, repercutiendo en una inversión sólida y un preciado bien patrimonial.
7. Procedencia de la obra de arte, exposiciones, catalogaciones, autentificación y conservación de la obra
Una buena procedencia, así como reconocidas exposiciones y el número de catalogaciones, respaldarán tanto su autenticidad, como su reconocimiento y prestigio dentro del ámbito cultural. Y si en un futuro dicha obra de arte se decidiera vender, mayor será su demanda en el mercado secundario entre coleccionistas, museos, instituciones culturales e inversionistas. Respecto a la autenticidad, la obra debe contar con un certificado expedido por la galería que represente o representó al artista, un familiar autorizado, fundación, críticos o curadores. Por último, se debe revisar que la obra no presente deterioro alguno, y si hay dudas en una pieza que cuenta con muchos años de haberse realizado, se deberá pedir al encargado de su venta o a su asesor de arte llevarla a examinar con un conservador o restaurador antes de decidir adquirirla.
Empezar a coleccionar arte conlleva tiempo y dedicación, por ello los coleccionistas que empiezan siempre piensan a futuro. Hacer una colección de arte implica no sólo un compromiso, sino una visión muy personal.
En ARTVIA cuidamos el patrimonio de nuestros clientes por medio de la compra informada de obras de arte que incrementen su inversión, además de cumplir con las expectativas estéticas y emocionales.